En la era digital, las videollamadas se han convertido en un elemento básico de la comunicación, especialmente en entornos profesionales. Sin embargo, la falta de contacto visual durante estas llamadas puede provocar distracciones, baja capacidad de memoria y sobrecarga cognitiva. Este artículo explora estos problemas, basándose en investigaciones revisadas por pares para ofrecer una comprensión integral del problema.
La importancia del contacto visual
Los ojos y la mirada son estímulos cruciales para las interacciones sociales humanas. Desempeñan un papel central en la cognición social, siendo la región ocular un aspecto significativo del procesamiento facial. El rostro humano es posiblemente el estímulo visual más importante que procesamos a diario, ya que nos informa sobre cómo comportarnos socialmente. La región ocular del rostro representa un área especial debido a la gran cantidad de información que se puede extraer de ella[^1^].
Distracciones en las videollamadas
La falta de contacto visual en las videollamadas puede generar distracciones. Cuando alguien desvía la mirada hacia otra dirección que no sea la suya, nos indica que no somos el objeto de interés y que la persona está prestando atención a algo o a otra persona[^1^]. Esto puede generar una sensación de desconexión, que puede resultar distractora durante una videollamada. El espectador puede empezar a preguntarse por qué la otra persona no hace contacto visual y a prestar más atención a su entorno que a la conversación.
Baja capacidad de recuperación de la memoria
El contacto visual juega un papel importante en la memoria. Las investigaciones han demostrado que los rostros que miran directamente se codifican y reconocen mejor que los que evitan la mirada[^1^]. Esto significa que cuando alguien nos mira directamente, es más probable que recordemos la información que nos transmite. En una videollamada, la falta de contacto visual directo puede reducir la capacidad de memoria, dificultando recordar los detalles de la conversación.
Sobrecarga cognitiva
La sobrecarga cognitiva se refiere a la sobrecarga de la memoria de trabajo cuando se procesa demasiada información simultáneamente. En las videollamadas, la falta de contacto visual puede contribuir a la sobrecarga cognitiva. El cerebro humano ha desarrollado un sistema cognitivo muy complejo que analiza la dirección de la mirada, basado en elementos perceptivos de rostros y ojos[^1^]. Cuando este sistema no se activa debido a la falta de contacto visual, puede provocar una sobrecarga de otros procesos cognitivos, ya que el cerebro intenta compensar la información faltante.
Conclusión
La falta de contacto visual en las videollamadas puede provocar distracciones, baja capacidad de memoria y sobrecarga cognitiva. Dado que las videollamadas siguen siendo un medio de comunicación importante, es fundamental comprender estos problemas y desarrollar estrategias para mitigarlos. Las investigaciones futuras deberían centrarse en encontrar soluciones a estos problemas, como el desarrollo de tecnología que pueda simular el contacto visual en las videollamadas.
[^1^]: Itier, RJ, y Batty, M. (2009). Bases neuronales del procesamiento ocular y de la mirada: El núcleo de la cognición social. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 33(6), 843-863. [Enlace](https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3925117/)
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